Cumbre de América Latina y El Caribe: El mundo se mueve.
Sauípe mostró intereses contrapuestos entre EEUU, Europa y AL y El Caribe; dejar el papel de actor de reparto fue la estrategia utilizada. La capacidad actual de EEUU y Europa se ha visto resentida por las decisiones de los 33 jefes de Estado de la región quienes hablaron con una nueva herramienta de poder: Los recursos minerales, petróleo, gas, agua, bosques, alimentos, bebidas, política e ideología. No se situaron sólo en el nivel único.
Posturas contrarias como la de Evo Morales emplazando al gobierno americano a cesar el embargo a Cuba o retirar a los embajadores norteamericanos en la región, y plantear una OEA con Cuba y sin Estados Unidos, y la prudencia de Lula Da Silva, indicando esperar la política hacia América Latina y Cuba, tienen un sólo mensaje: El mundo se mueve.
Si la propuesta de Morales sale adelante, EEUU y Europa, asistirán a las cumbres sólo cuando no se necesiten tomar decisiones exclusivas de la región. El desorden norteamericano, la exquisitez española, la los países bajos, Suiza y Canadá, se han mostrado ineficientes y poco creíbles en ese lado del mundo.
Con el ingreso de Cuba al mundo político regional, sin el beneplácito de EEUU, finaliza la etapa de “Patio Trasero”. En enero de 2009 Cristina Fernández, de Argentina y Rafael Correa, de Ecuador visitaran a Raúl Castro, Michelle Bachelet, Chile, 37 años después de Salvador Allende, lo hará en febrero, y Felipe Calderón, México, a lo largo de 2009. Salir del ostracismo y la posibilidad de una apertura a la democracia ha llegado de sus vecinos, como debía ser.
Obama hace guiños al incorporar políticos de origen latino como Hilda Solís, secretaria del Trabajo, Ken Salazar, como secretario del Interior, y Bill Richardson, como secretario de Comercio. Gestos que suavizan la política estadounidense, pero insuficientes para recuperar su credibilidad. EEUU, debe potenciar las inversiones Translatinas, desbloquear Cuba, participar más en las inversiones extranjeras directas en la región, crear nuevos tratados de comercio, realizar visitas, y mejorar el ambiente de negocio en la región.
Las declaraciones de Condoleezza Rice, manifestando que un nuevo organismo regional no es una amenaza para la OEA, (1948) con 35 miembros con la exclusión de Cuba desde 1962 (47 años), forma parte de una diplomacia que no caza con el nuevo estilo latinoamericano, de hecho Felipe Calderón expresó “nos encaminamos” a que en 2010 se integre una nueva organización, que bautizó como “Unidad Latinoamericana y del Caribe” o la “Unión Latinoamericana y del Caribe”. Con sus propias reglas.
