domingo, 13 de marzo de 2011

Una Colonia con 771 Millones de Analfabetas

La normalización de lo trágico es la principal característica de nuestra sociedad, hemos sido entrenados sobre las ventajas de la individualidad como única salida a los infinitos problemas del mundo. Por ello el que la UNESCO diga que los conflictos armados convierten a 28 millones de niños en analfabetas y victimas de violaciones y abusos sexuales en la sociedad más rica de la historia, apenas nos da escozor.

A quién le importa que en el norte del Yemen, 220 escuelas hayan sido destruidas durante los conflictos habidos entre 2009 y 2010, a nadie. Los niños y, los adultos analfabetas nos tocan de lejos. Los grandes periódicos del mundo editorializan o sacan en primeras páginas las necesidades del gasto militar mundial que, en 2003 fue de 956 mil millones de dólares, Estados Unidos gastó casi el 50% de ese dinero, y China, Francia, Japón y el Reino Unido cerca del 20%, mientras que la transferencia de armas a sur América subió del 2005 al 2010 un 150%. El analfabetismo no vende.

Un mundo donde luchan coptos cristianos contra musulmanes, chiíes contra suníes, comunistas contra capitalistas, tribu contra tribu y con 771 millones de analfabetas, es un mundo fácilmente convertible en conflictivo, en manipulable y esta predestinado a ser sometido y manejado cultural e industrialmente. Este es el mundo del nuevo orden económico mundial que, en 1950 tenía (salvando las proporciones poblacionales y las tasas de alfabetización 56% en 1950 y 82% en 2004) 700 millones de analfabetas.

ALC tiene la segunda mayor esperanza de vida escolar en el mundo (2002) con 13 años de estudios promedio, precediéndole A. del Norte y Europa Occidental con16.4 años, quizá ello sea un síntoma del por qué el llamado Patio Trasero maduró y conoció que el interés demostrado por la espada no sólo no era digno de confianza, sino que siempre fue accidental.

Muchos países de ALC lograrán alfabetizar entre el 80 y el 97% de ellos: Bolivia, Chile, México, Paraguay y Venezuela lo lograrán motivando a que el mundo que conozcan nuestros hijos y nietos nada tenga que ver con el actual.