domingo, 28 de febrero de 2010

Cuba. ¡De cada cual, según sus capacidades; a cada cual, según sus necesidades!


La Comisión Cubana de Derechos Humanos y Reconciliación Nacional en su informe de agosto 2009, mantiene que en los últimos 6 años el gobierno ha adoptado una táctica de represión política de “bajo perfil”; con arrestos sistemáticos de horas o días, amenazas y hostigamiento contra la oposición, y que en los primeros 7 meses hubo 532 disidentes detenidos; 208 prisioneros políticos y 64 presos de conciencia u opinión. Nadie entiende que en un país con el más bajo nivel de delincuencia de AL, existan 36 personas con igual número de penas de muerte conmutadas.

Los Castro deberían mejorar no sólo el reparto de los recursos de la tierra y la producción, sino una realidad injusta. Fidel, más que nadie, conoce la máxima marxiana: La Realidad es la que nos lleva a pensar y razonar.

Las necesidades básicas de Orlado Zapata no se limitaban a llenarse el estómago, también lo era la libertad de pensamiento. Es posible que el silencio de los revolucionarios cubanos, bolivianos, venezolanos, nicaragüenses y ecuatorianos sea porque piensan que la muerte de Zapata se debió a que era un alienado, al igual que todos los disidentes, que murió porque quería que los “otros” se hicieran ricos a su costa y porque pensaba que su trabajo de plomero le haría rico a él y a su familia. La realidad es que murió por querer una sociedad distinta y libre: Él vivía y por ello pensaba y quería darle sentido a su vida, es decir, a la historia que vive Cuba.

A esos revolucionarios se les unió Lula en su peor visita política, su imagen ha sido dañada y su postura política a favor de los derechos humanos ya no es creíble.