martes, 6 de julio de 2010

El Trabajo Decente en los jóvenes de América Latina y el Caribe (ALC)

Presentar un dato sobre los desempleados jóvenes en el mundo y lo que significa un trabajo decente, no es tarea imposible: Un trabajo decente es un empleo con futuro profesional, estabilidad económica y seguridad familiar, pero de los 890 millones de jóvenes entre 15 y 24 años que viven en países en desarrollo, 85 millones están desempleados. En ALC viven 155 millones con edades entre 15 y 29 años y se estima que unos 31 millones están sin empleo.

¿Por qué es tan frágil el mundo laboral joven? Posiblemente por ser jóvenes sin experiencia profesional. Por preferir, los empleadores, contratar a personas en edades con responsabilidad familiar. Porque los jóvenes universitarios se han especializado en rotar de empresas para acortar el camino al éxito laboral. Porque son más fáciles de despedir al tener menos antigüedad y pesar menos en la conciencia del empleador. Porque muchos han comenzado a trabajar en edades muy tempranas para generar ingresos a sus hogares (en 2008 el 7.2% de los / las jóvenes hondureños eran analfabet@s), traduciéndose ello en una perpetuación de la pobreza, bajos salarios y en un bloqueo para progresar e incorporarse a la clase media.

¿Qué se está haciendo en las Américas?: Unos pocos ejemplos ayudan a comprender el fenómeno. Chile quiere subsidiar a trabajadores de sueldos bajos con edades entre 18 y 24 años de edad. Colombia ofrece 250 mil nuevas plazas para jóvenes desempleados entre 16 y 26 años en situación de pobreza. Nicaragua junto al sector empresarial, quiere crear plazas a los recién egresados. República Dominicana quiere apoyar la asistencia escolar a más de 300 mil niños y adolescentes.

Y, ¿cuáles son algunas consecuencias en ese mientras tanto?: La emigración en busca de mayores ingresos familiares, la ONU señala, que en 2007, el ingreso per capita del inmigrante indocumentado en EE. UU. Fue de US$ 13,799, frente a US$ 1,032 en Honduras. La carencia de oportunidades hace que se perciba al mundo como violento y contrario, donde lo ilegitimo comienza a tener sitio en la mente del joven excluido. La educación universitaria, al no asegurar el empleo decente, se considera inútil porque es un largo tiempo perdido. Los gobiernos al concentrase en los elementos que dan cohesión social, dejan a un lado los que crean la inestabilidad, fortaleciendo la pobreza frente a la opulencia, y olvidando que ambas están igual de cerca del pobre y del rico y que generan, a simple vista, la extrema desigualdad social latinoamericana.