Sin terminar el bachillerato logró en 2005 el 54% y ahora el 63% de los votos para ganar y ratificarse como presidente de Bolivia. Morales viene del pueblo y el pueblo ha respondido a sus hitos, muchos desapercibidos y no reconocidos, como cuando en 2002 pidió no vender gas a Chile hasta lograr el acceso al pacifico. Pedía lo que Bolivia gritaba, por ello cuando el entonces embajador norteamericano en La Paz, Manuel Rocha dijo que elegir a Morales era elegir una Bolivia cocainómana, EEUU se ganó un enemigo sin visos de debilidad.
Morales liberó a su país de la vergüenza del analfabetismo con 46.460 facilitadores y 4.999 supervisores cubanos, venezolanos y bolivianos que establecieron 28.045 puntos de alfabetización llegando a comunidades sin luz e instalando 8.350 placas solares y regalando 212 mil gafas a discapacitados visuales. Casi 30 mil personas aprendieron a leer y escribir en quechua y aymara. Morales es aymara.
En un mundo que exporta ojos azules, los rasgos étnicos de Morales parecen una desventaja, pero cuando en 2006 fue coronado "líder supremo" por varios pueblos indígenas; nadie cayó en que el 50% de la población boliviana son quechuas, aymaras, guaraníes y chiquitanos, es decir, 5 millones de personas que viven en los departamentos donde Morales logró un promedio del 64% de votos, departamentos que hoy cuentan con 2264 centros y hospitales, cuando en 2005 habían 1963.
Morales sabe que en Bolivia hay 4mm de pobres extremos, por ello cuando se rebajó su salario a 1535€, ratificó su palabra de solidaridad. Y hoy, con una inflación del 078%, con ingresos crecientes netos por Inversión Extranjera Directa de US%512mm, cuando en 2005 eran de –US$291 y con más de 170 mil bolivianos votantes en el exterior dándole su confianza, Morales ha contado con suficientes hechos para tener, por fuerza, los últimos 4 años de poder.
