Nadie recuerda la huelga de hambre que llevó a la muerte, en agosto de 2010, a Franklin Brito, un agricultor que pedía al gobierno venezolano 700 mil dólares o la devolución de sus 290 hectáreas de tierra. Ahora se repite la historia, me refiero al hecho de pasar inadvertida, una huelga de hambre, ya finalizada, que intentaba poner en jaque al gobierno bolivariano.
La manifestación de los estudiantes venezolanos, al igual que la huelga de hambre de Franklin Brito se realizó delante de la OEA sin resultado alguno ventajoso para la oposición. La primera terminó en tragedia y nadie recuerda alguna herida a la revolución bolivariana, la segunda parece terminar en una sátira y seguro que los revolucionarios radicales se encargarán de darle la mayor propaganda posible, ese es el lamentable papel que asume un presentador revolucionario de Venezolana de Televisión (VTV) cuando filmó comiendo a los estudiantes huelguistas que solicitaban la amnistía a los 28 presos políticos venezolanos, como la que recibió Hugo Chávez por parte del extinto presidente Rafael Caldera tras su fallido golpe de estado de 1992.
La revolución bolivariana ha ido aprendiendo de sus errores, ya no disuelve manifestaciones con “gas del bueno”, a los 28 presos políticos les llama “Políticos Presos”, es decir, ladrones y, A Franklin Brito lo dio por un simple y necesario paso para el éxito.
Con la acción de los estudiantes venezolanos posiblemente estemos delante de una nueva acción que intenta desprestigiar al presidente Chávez, así lo revelaba el diputado del PSUV Robert Serra, anunciando una estrategia de desestabilización lenta llamada Plan 2012. Pero los 28 Presos Políticos existen.
