domingo, 19 de septiembre de 2010

Fidel Castro y su Cuba del alma

A la crisis de superproducción y subconsumo que Fidel dice que vivimos, se le ha unido la de Venezuela con quien tiene una deuda estimada de 4.700MMUS$ de una total de 7mil MMUS$, y la de Jeffrey Goldberg, quien publicó que Fidel le confirmó que el modelo cubano ya no es exportable, y que el Estado tiene demasiado protagonismo económico. ¡Caramba mi hermano, se acabó lo que se daba!

Que problemón para Cuba, si su revolución ya no es útil, tampoco será lo único que exportaba: Médicos para Venezuela. ¡Menudo aliento recalentado en la nuca de los revolucionarios bolivarianos!

Pero Raúl tiene 2 buenas noticias y 1 regular. Las buenas: Los cubanos no se han dado cuenta de la caída de los salarios. Imposible, ya no podían bajar más. Que no hay que pensar en cómo desestimular la demanda e incentivar el ahorro energético, los 500 mil empleados públicos que harán la marcha revolucionaria, esta vez a sus casas, se lo han resuelto. Y, la regular, que las importaciones de alimentos tienen poco techo para seguir subiendo del 80%, y que no es posible comer menos

Y qué esperan los cubanos, pues nuevos políticos, nueva economía y más inversiones extranjeras, y aquí es donde aparecen China y Rusia, necesitados de más mercados y menos revolucionarios, lo que significa que quieren ganar dinero, así que Raúl al darles la mano, se las da a los nuevos capitalistas, ¡que cosa más grande chico!

¿Resistirá la revolución? Es cuestión de recetas: La canasta de alimentos cubana puede variar, según un estudio de emergencia en 1986. ¿Quiere una infusión de Té?, tome hojas de limón. ¿Quiere hacer burritos mexicanos? hágalos con harina de corteza seca de pino. ¿Quiere hacer una ensalada de lechuga?, hágala con hojas de Trébol. ¿Quiere más luz?, a rezarle a Santo Chávez y sus 90 mil barriles de petróleo.