ESTAMOS EN CRISIS: ¿TE HECHO LAS CARTAS?
Una carretera de tierra fina, flanqueada por altos cañaverales y maizales, te lleva a Chivacoa, un pueblo venezolano, falda de Sorte, la montaña de la Reina María Lionza. Repleto de tiendas que venden tabaco para leer el futuro; velas de colores para los santos y maleficios; fotos de José Gregorio Hernández para la salud, de Guaicaipuro para la fuerza, de Negro Primero para la astucia, de Negro Felipe para la bondad, de María Lionza para el amor, figuras diabólicas veneradoras de Satán para la muerte o enfermedad del enemigo, hiervas, perfumes, amuletos, oraciones, pólvora, brujos y médiums a la carta, Chivacoa te asegura un resultado para el objetivo que te has planteado: Una respuesta.
Apertrechado en Chivacoa, toca rodar unos minutos hasta llegar a la montaña sagrada, aparcas, y con cierta intranquilidad comienzas a subir la montaña de Sorte, quebradas, ríos, altares santeros y cientos de personas invocando espíritus te acompañarán los 2 días, mínimo, que pasarás en un universo simbólico, mágico e imposible de olvidar.
Españoles, italianos, americanos, venezolanos, colombianos, dominicanos, alemanes, jóvenes y viejos; hombres y mujeres; enfermos y sanos; ricos y pobres, van a Sorte buscando la oportunidad última. Un submundo donde todo es posible y no hay azar, donde los valores aprendidos, se reinterpretan a conveniencia.
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