sábado, 25 de abril de 2009


Manuel Rosales. ¿Apoyo peruano a la Espantada?
En Venezuela la corrupción de cuello blanco y marrón es patente registrada; estaba cantado que si se raspaba un poco el camino de Rosales o Baduel, algo terminaría apareciendo. Pero, por qué no se raspa en Barinas, quizá porque el gobernador de esa región se llama Adán Chávez.

Con su espantada, Rosales despeja el camino a Chávez, pone contra la pared a una oposición convencida de que daría la cara, y hiere de muerte a los seguidores de Un Nuevo Tiempo. Pero, ¿cuántos líderes faltan por ir presos o que escojan la huida para no estarlo?. Chávez no puede continuar ese camino, huele a dictador y sus acólitos, silenciosos, lo asienten.

Los chavistas ya no creen en la Revolución Pacifica, si no, lean el diario oficial VEA del 1º de abril (Un Grano de Maíz): “..La Revolución pierde posiciones hegemónicas y..tarde o temprano esta situación desembocará en un enfrentamiento..El enfrentamiento adquiere otras leyes, las de la fuerza..”. ¿Cambiará el tono después de la cumbre de Las Américas?.

Pero, y aún con el tufo a corte marcial, si la inseguridad ciudadana, la crisis económica y social, y la corrupción, son gestionadas con eficiencia por Chávez, más vale que los políticos tradicionales busquen otra actividad con más futuro, porque en 2012 nada tendrán que hacer.

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