El 3 de marzo de 1999 Chávez envió la siguiente carta al Chacal: …Todo tiene su tiempo, de amontonar las piedras, o de lanzarlas… de dar calor a la revolución o de ignorarla…Tiempo de poder luchar por ideales…Tiempo del fino olfato….Alejandro Dumas, finaliza su obra El Conde de Montecristo con esta frase de Jesús: «La vida de los hombres está cifrada en dos palabras: Confiar y Esperar, induciendo a pensar que al final de la batalla aparecerá algún Supremo, alguien…investido de sabiduría….Digamos con Bolívar: …mi alma necesita alimentarse de peligros para conservar mi juicio…para que yo pudiera vivir ocupado en mi destino especial.
El viernes 27.11.09, al recibir al presidente de la Autoridad Palestina, Mahmud Abas, Chávez dijo que Carlos era un "luchador revolucionario" que representó a los venezolanos en la causa palestina, dando por sentado que el presidente Abas y todos los venezolanos tienen vocación de hombres bomba y que en la lucha contra el opresor vale todo.
Para Chávez, El Chacal fue un combatiente del tamaño de las pirámides de Egipto. El que Chávez se sienta reclamado por la historia y con un destino especial no es noticia, lo es el que en su carta ya dejaba entrever lo que hoy declara oficialmente: Su apoyo al Chacal, “a quien acusan de terrorista”.
Los atentados del Chacal a trenes franceses en 1982 asesinando a 5 personas, en Viena asesinando a 3, en París asesinando a 2 policías, su apoyo al ataque a las torres gemelas y el que Libia y Austria le acusen de asesinatos en sus países, deben hechizar su pensamiento y hacerle ver todo como un espectáculo formidable repleto de belleza suprema.
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