En octubre de 2009 y tras insistir en su doctrina de las tres ᴙ: Revisión -Rectificación - Reimpulso revolucionario, el presidente Chávez afirmó que en Venezuela se habían salvado 226.324 vidas por tener la suerte de contar con el apoyo, excelencia y gratuidad de los mejores médicos del mundo: Los cubanos.
El 11 de junio de 2011 el líder opositor venezolano Henry Ramos Allup fue operado en Venezuela por médicos venezolanos y Chávez en Cuba por médicos cubanos; la incertidumbre en la política mundial y la confirmación de la política norteamericana entendió un mensaje, más allá del necesario desarrollo del sistema de salud venezolano: Chávez es un formidable enemigo, ha instaurado una realidad no utópica y la revolución bolivariana carece de líderes que le continúen.
Sobre este mensaje y sin darnos cuenta, con un mes de antelación los periódicos Nuevo Herald y The Wall Street Journal ya hablaban del cáncer de próstata o colon, respectivamente, del líder venezolano, dejando la impronta de que la inteligencia del imperio tiene hilos tan finos que logran llegar incluso a los quirófanos cubanos. Si esto es así, ¿cómo no tener la capacidad de dirigir al mundo?
Al igual que con las enfermedades de Fidel Castro, la política oficial venezolana intentó dar una imagen de normalidad en palabras del ex ministro de Defensa, José Vicente Rangel: “El presidente goza de buena salud y regresará cuando le dé la gana”. Ahora se sabe que mentía y que Chávez, como cualquier otro humano puede enfermarse y no es eterno. No obstante esas “mentirijillas” poco importaron a los miles de simpatizantes que le ovacionaron y dijeron al todavía inexistente líder de la oposición venezolana que contra esa marea roja no caben improvisaciones para las elecciones de 2012. En los últimos discursos el presidente Chávez da loas a la vida y ha omitido mencionar “Patria Socialismo o Muerte”.
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