viernes, 1 de julio de 2011

Venezuela por Leopoldo Puchi

Flash Rojo

EL GOBIERNO HA MEJORADO en las encuestas y tiene la ventaja de que la oposición seguirá sin candidato hasta el año entrante. Esto lo ha llevado a dormirse en los laureles. Se descuida la gestión y no se pagan los compromisos a tiempo, lo que genera un gran malestar. Sólo en mayo se produjeron 408 protestas de calle, la mayoría protagonizadas por trabajadores por pasivos laborales, contratación colectiva y sueldos. Por el momento son movilizaciones con franelas rojas, pero si no se atienden a tiempo pueden convertirse en votos de la oposición. Camarón que se duerme…EL MALTRATO, EL HACINAMIENTO y la tortura de presos es una práctica de larga data. Pero esa conducta de los  cuerpos policiales ha continuado a lo largo de todos estos años del proceso sin que se les haya prestado la debida atención. No es un gobierno nuevo. No se atendió a tiempo ni el problema de la delincuencia ni el de las cárceles ni el de las policías. MAL HACE UNA ASAMBLEA NACIONAL recientemente elegida en abandonar su rol de legislar. No hay justificación para que todo salga por habilitante si el Psuv tiene mayoría y puede aprobar las leyes que quiera. Hay muchos casos en que al mismo gobierno le conviene un debate. Es cierto que los diputados son un cogollo, pero en todo caso es una cúpula más grande que el Consejo de Ministros. ¿A qué le temen los diputados del Psuv?

Flash Negro

A PESAR DE SER LA LIMEÑA una de las oligarquías más fuertes del continente, no pudo detener el triunfo de Ollanta Humala en Perú. Todo indica que en América Latina los partidos de izquierda han llegado para quedarse como parte de un nuevo sistema político, lo que era inimaginable hasta hace una década. Tendrán éxitos y derrotas, habrá alternancia, pero difícilmente volverán a la condición de parias o excluidos. LA MESA DE LA UNIDAD ha mostrado su desacuerdo con las medidas del gobierno de Estados Unidos contra Pdvsa. Esto representa un viraje positivo en relación a conductas anteriores. Sin embargo, otros factores esenciales del arco opositor, como los medios de comunicación y ONG, no han tenido el mismo cuidado y le han dado un apoyo abierto  al Departamento de Estado, o  han justificado las medidas con el absurdo argumento de que Venezuela “ya había sido informada con anterioridad”. EN EL PANORAMA DE LAS CANDIDATURAS de la oposición todavía queda mucho por despejar. Capriles Radonski continúa corriendo solo, ya que las tres candidaturas copeyanas (Eduardo Fernández, César Pérez, Oswaldo Álvarez), no son contrapeso. Pronto saldrá al ruedo María Corina Machado, con un comando dirigido por Gustavo Tarre y Carlos Blanco. Por su parte, Manuel Rosales ha tomado la decisión de regresar al país y postularse. En este caso, habría que descartar las candidaturas de Antonio Ledezma y Pablo Pérez. De ser así, tendríamos una final Capriles vs. Rosales.


Desde la Sala Situacional. Adiós a la tercera opción. Con la separación del PPT del gobierno se abrió la posibilidad de la creación de una tercera vía en la política venezolana, una opción distinta a la Mud y al Psuv. Sin embargo, los resultados electorales de 2010 no fueron los esperados. Este revés trajo como consecuencia que en el seno del partido azul se desistiera de la idea inicial de crear una nueva referencia en la escena nacional. La polarización dejaba poco espacio para una fuerza que aspiraba a tener gobernadores y alcaldes, por lo que se consideró que  era indispensable un plan de alianzas con los partidos de la Mesa.


El Frente. Henri Falcón ha sido uno de los principales propulsores de esta política de integración en la unidad opositora, que incluye el tema de la candidatura presidencial. Para tal fin, se ha constituido una plataforma común de organizaciones provenientes de la izquierda, el Frente Progresista por el Cambio, que bien pudiera llenar un vacío y responder a un amplio campo de expectativas o simplemente limitarse a cumplir la función pragmática de  facilitación del tránsito hacia la oposición. 


Nueva visión. Aun cuando se haya dejado de lado la idea de una tercera vía, la presencia del PPT en la oposición hubiera podido significar  el realineamiento de una porción de ésta en torno a una visión alejada de la polarización, el radicalismo y el discurso elemental de la derecha. Sin embargo, esto no fue lo que ocurrió en el acto de presentación pública del Frente, donde simplemente el PPT se sumó a un enfoque y a un discurso previamente existentes, que ya llevan diez años en la palestra política nacional, y que difícilmente pueden ser considerados de izquierda o progresistas. De continuar así, el Frente puede convertirse más bien en un artificio que en un auténtico referente de una nueva política.


El Socialismo en la Historia. Chico Buarque. Ciertamente, a  Chico Buarque (1944, Río de Janeiro) se le consideraba, en los años sesenta, cercano al Partido Comunista Brasileño y otras organizaciones de izquierda; en los setenta casi es convertido en un símbolo de la resistencia a la dictadura militar; en los ochenta es una especie de embajador cultural en Cuba, Angola y Nicaragua; y, luego del retorno de la democracia, participa en las campañas electorales de los candidatos progresistas en las tarimas de los mítines. Todo esto es verdad, pero Buarque nunca fue un “cantante de protesta”, aunque efectivamente siempre ha alternado su filón intimista y la temática social. Lo hace en un universo estético particular, de manera sutil, con juegos de palabras, en el que la crítica social y la dimensión utópica tienen el sesgo de un lenguaje indirecto que une “los planos personal y social, afectivo e histórico, sexual y político”.


La política brasileña es incomprensible si no se toma en cuenta esa convergencia entre política y cultura,  en particular aquella que tuvo lugar durante de gobierno de Joao Goulart, tiempo de una intensa movilización popular por “reformas de base” y de florecimiento de una diversidad de expresiones artísticas entre las que destaca el Cinema Novo y los Centros Populares de Cultura. Luego vendría el golpe de 1964, la lucha armada y una represión feroz. Pero nada de esto detuvo la articulación de cultura y política. La obra de Buarque tiene un tono de nostalgia como en el estribillo “miró la banda pasar cantando cosas de amor”. Y tiene una carga de protesta, crítica y  sueño libertario en letras como las de Calabar (prohibida por la dictadura), Opera do Malandro, Construçao, Vai levando, Assentamento. Lirismo, nostalgia, utopía, en fin el romanticismo de la vida íntima y de las revoluciones. LPs.


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