domingo, 22 de mayo de 2011

La Acampada española y la clase Política gobernante.


El rostro del alcalde madrileño,  Alberto Ruíz-Gallardón al decir que la culpa de las acampadas es del gobierno español porque el sistema capitalista funciona, indignó tanto como las vacuas palabras del presidente Zapatero, reconociendo el derecho de crítica y aconsejando votar. Ambos, representantes de una clase política gastada, son incapaces de ver que un movimiento, ya histórico, como el del 15 de Mayo, les queda grande y les ha desnudado ante el mundo.

Pero que no se equivoquen los otros que guardan silencio. Desde hace años toda la sociedad española se preguntaba por qué no se quejaban los millones de parados e “Indignados” españoles de las complacencias sindicales, de los salarios multimillonarios de los diputados y eurodiputados, de los 8 millones de euros anuales que devenga el Rey, del ritmo de vida de su hijo el Príncipe Felipe y de su nuera Leticia, de las continuas denuncias por corrupción de los principales líderes regionales y nacionales, de las pérdidas de las viviendas sobre-valoradas por los bancos en momentos de bonanza para luego quitarlas a precios de crisis y continuar cobrando la deuda pendiente, de la imposición de valores morales e intereses económicos que esta clase política intenta enclavar en la sociedad española para hacerla su cómplice y, de hasta los hipersalarios de los jugadores de fútbol. Todos estos ejemplos se han y continúan restregándose en la cara de los obreros y empleados españoles que devengan de 8oo a 1.200 euros mensuales o del curtido profesional universitario que gana el súpersalario de 2.500 euros mensuales. Estos son algunos ejemplos de causa y razón por el que el movimiento 15M ha tomado pacíficamente las calles para decirles ¡NO!

Ahora que surge el movimiento de los Indignados, el derechista César Vidal de Radio Libertad Digital dice que estos jóvenes son de la ETA, otros tertulianos de centro y socialdemócratas argumentan que les falta saber qué es lo que realmente quieren y, a buena parte de la sociedad le interesa más el a qué llevará este movimiento después de las elecciones del 22 de mayo.

Siendo pronto para un detenido análisis, entendemos que: En el sistema que la derecha niega sea el responsable de la catástrofe mundial, la única manera de lograr ser oídos es movilizándose y, que el discurso purista de esta clase política a la que pertenecen nuestros protagonistas ha fracasado porque su mesianismo transformador del mundo ha sido catalogado por su mismo pueblo de mentiroso.
Aun suponiendo que el movimiento 15M desapareciera, su éxito radica en su sola existencia, por haber reivindicado lo que millones de personas no tuvieron el valor de hacer, por incorporar la solidaridad en sus demandas al exigir mayor calidad de vida para todo el pueblo, en gritar que la tercermundización se está adueñando de Europa y, por acallar a una sociedad mundial que les llamaba neutros.

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