lunes, 20 de junio de 2011

Parece Ficción pero es Real: HAARP.


Usted puede calificar a Fidel Castro de todo pero no de fantaseador. El 8 de agosto de 2010 varios periodistas venezolanos le hicieron una larga entrevista, fue en la que dijo que tenían que revisar las ideas aplicadas en la revolución porque la lucha con armas contra el Imperio no tenía sentido. Al profundizarse en las preguntas surgió un tema ridiculizado y ninguneado profusamente por el gobierno norteamericano, el proyecto High Frequency Active Auroral Research Program (Programa de Investigación de Aurora Activa de Alta Frecuencia [HAARP]).

En un mundo globalizado los Estados carecen de fronteras y las soberanías alimentarias y económicas se sujetan a los intereses y necesidades de quien tiene la capacidad de estar estratégicamente más arriba, en el espacio. Cuando Hugo Chávez dijo que el terremoto de Haití había sido provocado por los norteamericanos nadie aguantó la carcajada, excepto Fidel quien asegura que las fuerzas militares norteamericanas tienen en Gakona, Alaska 180 antenas capaces de controlar, bloquear y facilitar las telecomunicaciones a nivel mundial por sectores en superficie, marinas o bajo tierra, producir ciclones, movimientos tectónicos, cambiar el clima, crear sequías, incendios, enfermedades psicóticas y con cada uno de ellos ganar elecciones y derrocar gobiernos.

Desde el suelo de su casa hasta unos 16 kilómetros de altura está la troposfera, desde ahí hasta 48 kilómetros está la atmósfera y le sigue hasta los 350 kilómetros de altura la ionosfera y, es en este espacio donde comienza la moderna guerra de las galaxias. No es ficción, es real.

Fidel Castro hizo suyas las declaraciones del Dr. Andrey Areshev publicado por “RIA Novosti: “Los Estados Unidos están explorando las posibilidades de controlar el clima en varias regiones del mundo”. Con HAARP la guerra nuclear y mundial es innecesaria pero se convierte en selectiva y “bondadosa”, brindando la posibilidad de un expansionismo político, económico, disuasorio y temible.  Con un poder así, la venta de los alimentos, de armas, medicinas y la política aseguraría la continuidad del imperio.

Si Estados Unidos utilizara HAARP como arma para controlar el clima, y no hay que dudar de que lo hiciera, de Europa y Asia, dominaría el poder económico y energético más avanzado del mundo y el resto se subordinaría. HAARP tiene la capacidad de  afectar la ionosfera sin que nadie se diese cuenta y funciona emitiendo hacia la ionosfera partículas ionizadas provocando que las ondas electromagnéticas, reflejadas, absorbidas o rebotadas, controlen las comunicaciones a miles de kilómetros. Un caso con algunas de las características apuntadas se dio en Melilla, España el 22 de agosto de 2001. La ionosfera actúa como un espejo y como cualquier espejo, sus rayos se pueden dirigir a cualquier lugar de la tierra y provocar calentamientos o enfriamientos en cualquier país además de controlar la mente humana a través de ondas que vibran en la misma frecuencia que las cerebrales de los seres humanos y de todos los mamíferos, predeterminando los comportamientos deseados. 

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