El líder del Partido Popular (PP) español, Mariano Rajoy, el 19 de mayo de 2011 en Cataluña entendía la postura de los Indignados y aseguró que crearía un plan de choque para combatir el paro juvenil, pero cuando Esteban González Pons (Vicesecretario de Comunicación) dijo, en septiembre del mismo año, que el PP crearía 3.5 millones de empleos (2.397 diarios), nadie de su partido le secundó.
Si se es, se es, por qué el PSOE va a esconder que es socialdemócrata, si lo hiciera sólo podríamos entender que tiene miedo a decir lo que es. La derecha española la lidera el PP, pero son incapaces [lo eran hasta hace un par de semanas] de decirlo porque los Indignados representan millones de votos y el PP no quiere votos anti-PP.
María Dolores de Cospedal (Presidenta de la Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha y secretaria general y número 2 del Partido Popular) en 2009 aseguraba que el PP era el auténtico representante de los trabajadores españoles, pero Rajoy ese 2009 comparó el saludo del puño con el de la mano extendida como símbolo fascista y, recientemente [junio 2011] la colega de Cospedal, Esperanza Aguirre (Presidenta de la Comunidad de Madrid), tachó a los Indignados de totalitarios y despreciadores la democracia.
El PP salta puentes para no mojarse los pies, Rajoy le promete a los Indignados luchar contra la "desesperanza" y Alberto Gallardón (Alcalde de Madrid), ex culpa al sistema capitalista mundial como el responsable, porque el único culpable del mundo es el PSOE español, el socialismo. Discordantes posturas que sonarán a música para sus seguidores, pero, y aunque muchos de izquierda no den el votos al PSOE, suena a vil engaño a los oídos de quienes nos preciamos de lectores y observadores.
Con encuestas más que favorables, ya sus recién conquistadas comunidades han comenzado a recortar presupuestos y subir impuestos y, el nuevo mensaje es que debemos aceptar andar por un camino arduo y repleto de momentos difíciles. Esto nunca se dijo, en 4 años de campaña, que sucedería porque el culpable de todo es Zapatero, desde la burbuja inmobiliaria hasta la crisis mundial y la guerra en Irak.
Pareciera que González Pons ha sido lucido al aceptar que el 15M es el espejo de las promesas incumplidas por los políticos, cierto es; pero también el que la existencia de un sistema al que han ayudado [los políticos] a perpetuar está agotado e incapaz de reinventarse porque simplemente no quiere que ello suceda.
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