domingo, 25 de septiembre de 2011

Para Estados Unidos la norteamericanización del mundo es prioritaria


Con frecuencia EEUU ha creído que si reitera insistente y detalladamente la maldad o bondad de un país o un líder, el mundo lo termina aceptando. Las armas de destrucción masiva iraquíes y la perversidad infinita de Sadam Husein son un ejemplo. La defensa responsable por parte israelí contra los palestinos y, la condecoración a Álvaro Uribe con la Medalla Presidencial de la Libertad, la más importante que otorga EEUU a un civil, obviando los Falsos Positivos colombianos, otros más.

Recientemente el Departamento del Tesoro de Estados Unidos, como insistentemente lo viene haciendo en distintos lugares del mundo, ha incluido a un militar, un agente de Inteligencia y dos políticos venezolanos en su 'lista especial” de non gratos o terroristas por ser proveedores de armas a las FARC. Desde el 2001 y, con la anuencia del mismo presidente Chávez,  la prensa y el gobierno norteamericanos vienen informado al mundo, sin poder confirmarlas, estas acciones.

No es de extrañar que EEUU ahora insista en seguir destacando este tipo de conducta, los planes de la Seguridad Nacional Norteamericana no sólo contemplan acciones políticas, económicas, financieras y comerciales contra Estados enemigos, sino el uso de la fuerza mesurada, siempre, entendiéndose, en defensa de los intereses norteamericanos y los de sus aliados o, como suelen llamar: Por la paz del mundo.

Si Chávez o su revolución reeditaran la victoria en las elecciones presidenciales de 2012, la estrategia norteamericana sufriría un duro golpe en su credibilidad y ese desafío no entra en los planes de los Estados Unidos. La norteamericanización del mundo está planificada y cualquier desvío es considerado un riesgo innecesario de correr. Por ello poco importa que falten pruebas; los planes de acción estadounidenses para forzar cambios no tienen por qué sujetarse a los hechos sino a los intereses.

USA, insiste en tener el apoyo universal sobre el bloqueo de los 975 mil millones de dólares infligidos a Cuba hasta 2010, importándole poco que ello impidiese a la isla caribeña realizar transferencias de ayuda a Haití, luchar contra el sida, la tuberculosis, la malaria o tratar a niños y jóvenes afectados por tumores malignos. Es muy fácil: Hay una hoja de ruta a la que debemos someternos, pena de ser procesados como enemigos el bien.

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